Como
"pichoneras", califican las minicasas del Instituto del Fondo
Nacional para la Vivienda de los Trabajadores, (Infonavit). Tienen dos recámaras
de apenas nueve metros cuadrados, es decir tres metros por lado. Apenas cabe
una cama matrimonial.
Profesor
Gilberto González Aguirre, ex-catedrático en el Conalep Río Bravo, es quien
afirma que el mencionado instituto ha dejado de prestar un servicio eficiente
para los trabajadores mexicanos y de manera muy particular para los
riobravenses.
"Cómo es
posible que se pretenda que una familia mexicana promedio de papá, mamá y dos
hijos, pueda caber en estas casitas que parecen de juguete", señaló.
"Yo
quisiera que se dieran una vueltecita por el Infonavit Las Flores donde acaban de construir una buena cantidad de
viviendas pero que la verdad, son una ofensa para la dignidad de las
personas".
"La idea
que tienen las gentes del Infonavit es la de hacer negocio a costa de la clase
trabajadora pues les hacen unas casas súper pequeñas, donde las familias van a
vivir como ratones por lo apretujado que estarán".
"Se supone
que el Estado Mexicano debe velar por garantizar una vivienda digna para
quienes crean la riqueza de este país y vemos con tristeza que no es asi, se la
pasan construyendo pichoneras que en menos de cinco años ya están todas
cuarteadas", refirió.
"Bueno es
tan pequeña una de estas casas que los trabajadores deben de tomar una
decisión; o tienen comedor o tienen sala pues no hay espacio para las dos cosas
y de la cocina ni hablamos para casita de jueguetes", concluyó.
(INFORMACIÓN DE OSCAR ALVIZO, DIRECTOR LOCAL DEL PERIODICO LA TARDE).
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