Lo
que para algunos puede significar algarabía, baile y un rato para estar
alegres, para otros, es molestia e inversión de recursos y tiempo.
Los
primeros en protestas por bloqueo de calles del primer cuadro de la ciudad por
el cierre de campañas, fueron los usuarios del transporte urbano local.
Luego,
los choferes, quienes tenían que rodear varias cuadras a la redonda, a fin de
salir del atolladero vial.
Desde
el pasado fin de semana, los políticos y sus colaboradores, han ocupado
espacios públicos para llevar a cabo el cierre de campañas de proselitismo.
El
pasado martes la avenida Madero lucía bloqueada para tal efecto y el
miércoles se espera la misma operación a la altura de la calle Galena.
“No
es lo mismo dejar el vehículo a varias cuadras de la escuela, caminar bajo los
rayos del sol y regresar otra vez”, se quejaban madres de familia de la escuela
Benito Juárez.
“Hay
adultos mayores que vienen a surtir sus verduras a un supermercado y lo vienen
haciendo a pie, ya que el microbús los
dejó a la altura de la Tlaxcala”, declaraban.
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