La severa crisis económica que afecta a
miles de familias riobravenses, las obliga a pasar ropa usada para revenderla
en esta localidad, aunque tenga algunas dificultades ante los agentes
aduanales, prosiguen en su faena comercial.
Así se expresó la comerciante de ropa de
segunda mano, Sonia Rebolledo, de 35 años y con domicilio en la colonia
Graciano Sánchez.
“En varias ocasiones, los agentes me han
encendido el semáforo y me marcan el alto, para realizar las revisiones
correspondientes, ellos solo hallan ropa que paso de la Unión Americana para
revenderla aquí”, informó.
“Una vez más me llamaron la atención y siempre
que me ven, me dicen: ¿es usted otra vez, señora?”, relata la vendedora de
prendas de vestir.
“La economía de nuestra gente no está
como para estrenar cada semana, por eso, la opción de ofrecer ropa media nueva
es excelente para las familias de trabajadores, quienes no pueden adquirir
prendas de vestir nuevas”, señaló.
“En el Valle de Texas hay sitios donde
esta mercancía se compra por pacas seleccionadas y ya nosotros nos encargamos
de cruzarla a territorio nacional, bueno, a esta frontera”, dijo.
“Así, podemos ofrecer blusas a 20,
pantalones en buenas condiciones en 30, camisas a 20 pesos, hay ropa que trae
la etiqueta y de buena marca”, reveló.
“Mientras estamos en crisis, hay que
buscar alternativas para ganarnos la vida, nuestras familias tienen que salir
adelante con trabajo honrado”, refirió.
OFERTA
Y DEMANDA. Numerosas familias encuentran
el sustento diario en la venta de ropa usada. (Foto: Ely Enríquez Muñoz).
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