"A diario a las 9:00, comienzan a bombear de una alcantarilla a otra y paran a eso de las 15:00 horas, el olor penetrante se queda en el interior de nuestras viviendas", informó Manuel Herrera López, residente del citado lugar.
"Un empleado de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, Comapa, se encarga de bombear las aguas negras para trasladarlas de una alcantarilla a otra", indicó.
"Al realizar esta operación, es inevitable que la pestilencia salga y se disemine varias cuadras a la redonda", revela Herrera.
CÓMO EMPEZÓ TODO
"Casi se cumplen cuatro años que se rompió la tubería de seis pulgadas que lleva agua a colonias apartadas, la fuga espantosa, hizo un boquete en el que cabían dos carros", apuntó.
"Como el agua deslavó la tierra del sitio, tapó los tubos de drenaje, que dejaron de funcionar, entonces se tiene que bombear manualmente el agua residual", dijo el informante.
Indicó además, que una solución al problema, es "puentear" (como a los pacientes que se les practica un "bypass" coronario), son ocho metros de tubería, para que sea resuelto el problema.
"Nos levantamos con los fétidos olores, comemos, cenamos y nos dormimos oliendo pestes, esta es una contaminación tremenda, puro veneno", concluyó.
RESIDENTES de la Coahuila con México, no soportan los pestilentes oores que emanan del drenaje sanitario.
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